Historia: Siglo XVII

Los inicios de este siglo XVII, concretamente en 1617, el tribunal de la Rota dicta sentencia a favor de los domínicos ordenando el traslado a Santo Domingo (como popularmente ya se conocía al convento) de la primitiva cofradía junto a todos sus bienes y derechos, reafirmando que este tipo de institución era privativo de la Orden de Predicadores allá donde tuvieran casa.

De esta forma, se produce la unificación con la cofradía que los domínicos habían fundado con anterioridad. Esta fusión resultó efectiva el día primero de enero de 1619 según consta en la documentación conservada “…la cofradía del nombre de Jesús naçareno questa junta y congregada al conbento del señor Santo Domingo con la cofradía que estava y que ambas en virtud de la executoria se juntan en una y se instalan ambas juntas una cofradía del nombre de Jesús naçareno”.

Con la ejecución de la sentencia, se produce el traslado de la cofradía acompañada por algunos de devotos hermanos como reflejan documentos conservados, fieles a su devoción. Hay que reflejar que la citada imagen de Jesús Nazareno, tras el inicio del pleito, como medida judicial fue conducida a la iglesia de San Salvador y posteriormente a San Juan, por lo que transitó por varias sedes hasta su aposento final bajo el amparo de la orden domínica.

La cofradía ubicada ya en su sede actual contaba con el amparo y protección de grandes familias antequeranas entre las que cabe destacar a la familia Rojas (Marqueses de la Peña) y la familia Chacón (Condes de Mollina), entre otros.

Finalizado el pleito y fusionadas ambas cofradías, contando con las advocaciones del Niño Perdido y la Virgen de la Salud, imagen mariana vinculada a esta corporación, se añade la imagen de Jesús Nazareno y otra imagen mariana, según los inventarios conservados, bajo la advocación de la Piedad, que en la actualidad se conserva en la iglesia de Santiago con la denominación de Virgen de los Trabajos. Esta imagen sólo procesionaria hasta 1634, por motivos que no conocemos con exactitud aparece un nuevo trasunto de la Virgen María bajo el domínico título de Madre de Dios de la Paz.

Esta nueva imagen logra de forma rápida una gran devoción como se puede comprobar por los diversos números de cera que la acompañan en su salida. En 1645, se produce la creación de la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz, fundada como filial de la de Jesús Nazareno por los caleros, canteros y albañiles de la ciudad. Según consta en las diversas crónicas conservadas, procesionaba bajo palio negro rematado con puntas de encaje repujadas en plata.

La imagen de Jesús Nazareno se ubicó en el lateral de la capilla del Dulce Nombre de Jesús contra los Juramentos. Actualmente podemos observar esta capilla conforme se accede a la iglesia, concretamente la primera en el lado del Evangelio. Esta capilla había quedado agregada a la Basílica de San Juan de Letrán de Roma desde 1608.

Posteriormente, esta capilla se amplió igualando sus dimensiones al resto de la nave, contando con nuevas ampliaciones en 1645 y 1687, hasta contar con un propio altar dedicado al Dulce Nombre de Jesús Nazareno.