Hoy hace un año, tal día como hoy, dábamos a conocer el lamentable estado en que se encontraba una pieza de incalculable valor para la historia de la Archicofradía. Nos referimos al Manto Negro que bordó Antonia Palomo en 1833 para Nuestra Señora de la Paz Coronada.
Este manto, gracias a la generosidad de Doña Carmen Bueno Pérez, pudo someterse a un proceso de restauración y conservación sin utilizar el método de traspasar a un nuevo terciopelo, conservando todas sus características, respetando al máximo la obra original.
De esta forma, el pasado 7 de marzo pudimos comprobar tan importante y magnífico trabajo realizado por el taller especializado de Santa Conserva.
Os dejamos con una imagen corporativa de dicha obra mostrando el estado inicial y el espectacular resultado tras el citado proceso.
